El barco de los niños: una novela de LIJ escrita por Mario Vargas LLosa
Título del libro: El barco de los niños
Autor: Mario Vargas Llosa
Ilustraciones: Zuzanna Celej
Foto barco: https://www.pexels.com/photo/boat-deck-leisure-ocean-238367/
Autor: Mario Vargas Llosa
Ilustraciones: Zuzanna Celej
A pesar de que en La ciudad y los perros, los personajes son unos adolescentes, me asombró dar con un libro de literatura infantil escrito por Mario Vargas Llosa. Me dio mucha curiosidad ver cómo el que escribió La fiesta del chivo iba a narrar una historia dirigida a un público infantil (asumí que era un libro para niños por la bonita portada y todas las ilustraciones en tonos suaves de Zuzanna Celej).
Uno pensaría que por ser un libro para niños no hay mucho que pensar. Y bueno, si leemos el libro así no más, la trama es bastante fantasiosa: unos niños quisieron ir a Jerusalén en la época de las cruzadas, su barco sufrió daños en una tormenta, ya no quedan adultos a bordo, el barco y los niños se vuelven invisibles, ellos nunca envejecen y el señor que espera todos los días frente al mar fue uno de esos niños pero abandonó el barco para conocer el mundo y ahora quisiera regresar con sus compañeros.
En este relato, sin embargo, hay muchos elementos que merecen ser analizados.
Para empezar es muy interesante el hecho de que los dos personajes principales del relato sean un niño - llamado Fonchito - y un anciano. La descripción del anciano frente al mar es una imagen
muy poética que desde mi punto de vista representa la nostalgia ya que si está sentado frente al mar es con la esperanza de volver a subirse al barco que representa una etapa de inocencia a la que él
mismo puso fin y que Fonchito apenas está experimentando.
Otro punto interesante, es que al final de la historia el anciano no vuelve a aparecer sentado frente al mar sino que los papás de Fonchito le regalan un libro titulado La cruzada de los niños de Marcel Schwob. Éste, resulta ser un escritor que realmente existió y escribió dicho libro en 1896. Este detalle no debería sorprendernos ya que en vez de una dedicatoria tenemos un fragmento de dicho libro antes de que inice la narración. Es decir, tenemos la referencia del libro de Marcel Schowb antes de empezar la lectura de Mario Vargas Llosa que juega maravillosamente bien con lo real y maravilloso.
Este contexto puede dar a pensar que El barco de los niños no sea recomendable para un público infantil pero no es así: el estilo narrativo es sencillo y las aventuras del barco lo suficientemente fantasiosas para desatar la imaginación de los niños. Además, al final de cada capítulo Fonchito se despide del anciano porque llegó su camión para ir a la escuela lo que hace que tanto él como nosotros nos quedamos picados queriendo saber qué más va a suceder. De tal forma que puede leerse el libro antes de dormir, un capítulo cada noche por ejemplo, o antes de acabar el día de clase y puede ser un pretexto para preguntarle al niño qué cree que va a a suceder, que se lo piense y al día siguiente nos platique cuáles aventuras se imagina que podrían suceder. De esta manera alentamos al niño a desarrollar su creatividad y su habilidad para expresarse. También, las aventuras que relata el anciano pueden ser un excelente punto de partida para investigar ciertos acontecimientos históricos o bíblicos y hasta para repasar - o descubrir - algo de geografía al intentar trazar en un mapa el recorrido de los niños.
Ojalá y se atrevan a subirse al barco y navegar por esas extrañas aguas de la fantasía.
Mylene
Foto barco: https://www.pexels.com/photo/boat-deck-leisure-ocean-238367/
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