Incentivar la reflexión sobre la convivencia a partir de la obra de teatro "Qué las hay... las hay" de María Inés Falconi
Título de la obra: Que las hay... las hay
Autora: María Inés Falconi
Esta semana quiero compartirles una dinámica muy sencilla que me encantó llevar a cabo. Se trata de una lectura interpretativa de las primeras páginas de la obra de teatro Que las hay...las hay, de María Inés Falconi (obra compilada en ¡Qué niños tan teatreros!, ediciones sm). Paré la lectura en el momento en el que las dos protagonistas - una bruja y un hada - no se ponen de acuerdo. ¿Por qué hice esto? Para conocer la opinión de los niños, para saber qué pensaban que iba a suceder y llevarlos a reflexionar sobre la resolución de conflictos.
Esta semana quiero compartirles una dinámica muy sencilla que me encantó llevar a cabo. Se trata de una lectura interpretativa de las primeras páginas de la obra de teatro Que las hay...las hay, de María Inés Falconi (obra compilada en ¡Qué niños tan teatreros!, ediciones sm). Paré la lectura en el momento en el que las dos protagonistas - una bruja y un hada - no se ponen de acuerdo. ¿Por qué hice esto? Para conocer la opinión de los niños, para saber qué pensaban que iba a suceder y llevarlos a reflexionar sobre la resolución de conflictos.
Les comparto a continuación el fragmento que corresponde al principio de la obra de teatro:
Al comenzar la acción, el escenario está poco iluminado; es de día, pero está nublado. El hada sale de su casa canturreando y mira el cielo.
HADA: Un día nublado...¡qué feo!
Mueve su varita mágica, acompañando el movimiento con un sonido muy particular, al estilo uuuhhhhh, y todo se ilumina. Sale el sol.
HADA: Así está mejor.
Vuelve a agitar su varita mágica, y los pájaros comienzan a cantar.
HADA: Así está mucho mejor.
Encantada con los resultados obtenidos, entra a su casa, siempre canturreando.
La bruja, al escuchar cantar a los pajaritos, sale de su casa, furiosa.
BRUJA: ¡Barbatrusa la pelusa! ¡Silencio! ¡Basta! ¡Cáaallense!
Nadie le hace caso y la bruja patalea contra el piso.
BRUJA: ¡Shhhh!
Los pájaros se callan.
BRUJA: Así está mejor.
La bruja gira para volver a su casa, pero los pájaros vuelven a cantar.
La bruja los calla, los pájaros le hacen burla.
BRUJA: ¡Barbatrusa la pelusa!
PÁJAROS: ¡Pipipipipipipipi!
BRUJA: ¡¡¡¡Grrrr!!!! ¿Dónde dejé mi varita? ¡¡¡Mi varita!!! Ahora van a ver... ¿Dónde la puse? ¡La Barbatrusa! (En realidad la tiene en la mano)
Los pájaros cada vez cantan más fuerte y la bruja no encuentra su varita.
BRUJA: ¡Silencio! ¡Basta! ¡Stop!
Patalea, y al sacudir los brazos se pega con la varita en la cabeza.
BRUJA: (A la varita) ¡Apareciste! Ya era hora. Muy bien... ¡Ahí va! ¡San Sarampión con picazón!
Esta es la fórmula mágica de la bruja, imprescindible para que la varita funcione.
Los pájaros se callan. Dio resultado.
BRUJA: ¡Eso es! (Apunta al sol.) ¡Y a ti también!
Agita la varita y se va el sol, oscureciéndose el escenario.
BRUJA: Ahora sí que es una tarde hermosa para dormir la siesta...
La bruja entra a su casa, y sale el hada de la suya.
HADA: ¡Oh! ¡Oh! ¡Qué contrariedad inesperada!... Recién había sol y ahora se nubló. No puede ser, ¡oh!, ¡oh!...
Agita su varita y el sol vuelve a salir.
HADA: Así está mejor...
Agita nuevamente la varita y cantan los pájaros.
HADA: Así está mucho mejor...
Vuelve a agitarla y se escuchan las cigarras, las ranitas u otro animal, como perros, vacas, cerdos.
HADA: Y así está re-mucho mejor... No, mucho re-mejor... No, mejoré mucho... ¿Mejoré mucho? ¡Bah!... Así está bien.
El hada entra a su casa y sale la bruja.
BRUJA: ¡Barbatrusa la pelusa! Nadie puede dormir la siesta con tanto ruido. ¡San Sarampión con picazón! (Agita la varita, se callan los pájaros y todos los animales.) ¡San Sarampión con picazón!
Se nubla.
La bruja, encantada, gira para irse pero se arrepiente.
BRUJA: ¡San Sarampión con picazón! (Comienza a llover.) (Al público) Por las dudas.
Ahora sí se va, y en cuanto entra a su casa, sale el hada con paraguas.
HADA: ¡Oh! ¡Oh! ¡Qué contrariedad!... Llueve como la gran flauta ¡Oh, oh! No lo permitiré.
Mueve la varita mágica y sale el sol.
HADA: Así está mejor.
Mueve la varita mágica y todos vuelven a cantar.
HADA: Así está mucho mejor.
Mueve la varita y se oye una vaca.
HADA: Así está... OK.
Cuando se va el hada, aparece la bruja y agita varias veces su varita.
BRUJA: ¡San Sarampión con picazón!
¡San Sarampión con picazón!
¡San Sarampión con picazón!
Quita todo lo que el hada había puesto, hace llover, le agrega truenos y se va.
Sale el hada, quita todo; hace aparecer el sol, los pajaritos, la vaca, y se va.
Sale la bruja, para todo y agrega viento; el viento no la deja volver a su casa.
Aparece el hada, también luchando con el viento.
Una y otra agitan sus varitas y cambian el clima, cada vez más rápido hasta que, cansadas ellas, y las varitas más, empiezan a hacer tonterías.
En vez de pajaritos se escucha el sonido de un tren; en vez de truenos, una canción de un programa de televisión, bocinas, aviones, carnaval... un desastre.
Desesperadas, las dos revisan sus varitas, las agitan para que funcionen bien, hasta que hada, bruja y varitas caen rendidas.
Esto no puede seguir así, hay que resolverlo de alguna forma.
BRUJA: Mi queridísima Lulú, está comprobado que usted y yo no podemos ser vecinas.
HADA: ¡Oh! ¡Oh! ¡Qué coincidencia! Yo también creo que usted y yo no podemos seguir siendo vecinas, mi queridísima Lilí...
BRUJA: Por fin nos pusimos de acuerdo. (La bruja está convencida de que Lulú piensa mudarse.) Bueno, adiós. La voy a extrañar. Escríbame seguido. (Llora falsamente.)
HADA: ¡Oh! ¡Oh! No se ponga así... Yo también la voy a extrañar, ahora que se va...
BRUJA: (Reaccionando) Usted se va...
HADA: No. Usted se va...
BRUJA: No. Usted se va...
Qué las hay... las hay de María Inés Falconi, en ¡Qué niños tan teatreros! Teatro del Mundo para las Nuevas Generaciones, P.29-34, Berta Hiriart (compiladora), ediciones SM, México, 2012.
Después de este primer fragmento, les pregunté lo siguiente: ¿quién creen que se va a ir? El conflicto entre el hada y el bruja nace del hecho de que a una le gustan los días nublados, sin pájaros para poder echar su siesta a gusto cuando a la otra le gusta el sol y escuchar a los pájaros. Entonces, las dos acuerdan que no pueden ser vecinas pero cada quien cree que la otra es la que se tiene que mudar. A pesar de que la obra pone en escena dos personajes mágicos, el nudo de la obra - este constante conflicto entre bruja y hada - nos permite tratar de un tema que nos es muy cotidiano, que es el de la convivencia. Esta obra de teatro nos permite poner sobre la mesa dicho tema y darles a los niños la oportunidad de reflexionar sobre las situaciones conflictivas.
A la pregunta ¿quién creen que se va a ir?, hubo algunos que me dijeron que el hada, otros que la bruja, algunos no supieron darme una razón de por qué la una o la otra y otros justificando el hecho de que una es mala y la otra buena.
Sin embargo, en un segundo fragmento, aprovechando que en algún momento la bruja le dice al hada que ella fue la que empezó este conflicto, les pregunté si estaban de acuerdo con la bruja. Pensando un ratito en la situación, algunos dijeron que sí estaban de acuerdo con la bruja porque el hada fue la que hizo salir el sol cuando era un día nublado. Me parece muy interesante ver cómo estos personajes que normalmente entran dentro de un estereotipo, en realidad se asemejan mucho más al ser humano por no ser ni absolutamente buenos, ni absolutamente malos. Y en esta segunda ocasión, aproveché para preguntarles si tenía que irse a la fuerza alguna de las dos y claro ya surgió la idea de que igual y podían acabar llevándose bien.
Como pueden ver, es una obra divertida que además anima los niños a reflexionar sobre la convivencia. Es una obra que recomiendo por lo mismo, espero tengan la oportunidad de leerla o aún mejor, actuarla con sus niños ;)
Al comenzar la acción, el escenario está poco iluminado; es de día, pero está nublado. El hada sale de su casa canturreando y mira el cielo.
HADA: Un día nublado...¡qué feo!
Mueve su varita mágica, acompañando el movimiento con un sonido muy particular, al estilo uuuhhhhh, y todo se ilumina. Sale el sol.
HADA: Así está mejor.
Vuelve a agitar su varita mágica, y los pájaros comienzan a cantar.
HADA: Así está mucho mejor.
Encantada con los resultados obtenidos, entra a su casa, siempre canturreando.
La bruja, al escuchar cantar a los pajaritos, sale de su casa, furiosa.
BRUJA: ¡Barbatrusa la pelusa! ¡Silencio! ¡Basta! ¡Cáaallense!
Nadie le hace caso y la bruja patalea contra el piso.
BRUJA: ¡Shhhh!
Los pájaros se callan.
BRUJA: Así está mejor.
La bruja gira para volver a su casa, pero los pájaros vuelven a cantar.
La bruja los calla, los pájaros le hacen burla.
BRUJA: ¡Barbatrusa la pelusa!
PÁJAROS: ¡Pipipipipipipipi!
BRUJA: ¡¡¡¡Grrrr!!!! ¿Dónde dejé mi varita? ¡¡¡Mi varita!!! Ahora van a ver... ¿Dónde la puse? ¡La Barbatrusa! (En realidad la tiene en la mano)
Los pájaros cada vez cantan más fuerte y la bruja no encuentra su varita.
BRUJA: ¡Silencio! ¡Basta! ¡Stop!
Patalea, y al sacudir los brazos se pega con la varita en la cabeza.
BRUJA: (A la varita) ¡Apareciste! Ya era hora. Muy bien... ¡Ahí va! ¡San Sarampión con picazón!
Esta es la fórmula mágica de la bruja, imprescindible para que la varita funcione.
Los pájaros se callan. Dio resultado.
BRUJA: ¡Eso es! (Apunta al sol.) ¡Y a ti también!
Agita la varita y se va el sol, oscureciéndose el escenario.
BRUJA: Ahora sí que es una tarde hermosa para dormir la siesta...
La bruja entra a su casa, y sale el hada de la suya.
HADA: ¡Oh! ¡Oh! ¡Qué contrariedad inesperada!... Recién había sol y ahora se nubló. No puede ser, ¡oh!, ¡oh!...
Agita su varita y el sol vuelve a salir.
HADA: Así está mejor...
Agita nuevamente la varita y cantan los pájaros.
HADA: Así está mucho mejor...
Vuelve a agitarla y se escuchan las cigarras, las ranitas u otro animal, como perros, vacas, cerdos.
HADA: Y así está re-mucho mejor... No, mucho re-mejor... No, mejoré mucho... ¿Mejoré mucho? ¡Bah!... Así está bien.
El hada entra a su casa y sale la bruja.
BRUJA: ¡Barbatrusa la pelusa! Nadie puede dormir la siesta con tanto ruido. ¡San Sarampión con picazón! (Agita la varita, se callan los pájaros y todos los animales.) ¡San Sarampión con picazón!
Se nubla.
La bruja, encantada, gira para irse pero se arrepiente.
BRUJA: ¡San Sarampión con picazón! (Comienza a llover.) (Al público) Por las dudas.
Ahora sí se va, y en cuanto entra a su casa, sale el hada con paraguas.
HADA: ¡Oh! ¡Oh! ¡Qué contrariedad!... Llueve como la gran flauta ¡Oh, oh! No lo permitiré.
Mueve la varita mágica y sale el sol.
HADA: Así está mejor.
Mueve la varita mágica y todos vuelven a cantar.
HADA: Así está mucho mejor.
Mueve la varita y se oye una vaca.
HADA: Así está... OK.
Cuando se va el hada, aparece la bruja y agita varias veces su varita.
BRUJA: ¡San Sarampión con picazón!
¡San Sarampión con picazón!
¡San Sarampión con picazón!
Quita todo lo que el hada había puesto, hace llover, le agrega truenos y se va.
Sale el hada, quita todo; hace aparecer el sol, los pajaritos, la vaca, y se va.
Sale la bruja, para todo y agrega viento; el viento no la deja volver a su casa.
Aparece el hada, también luchando con el viento.
Una y otra agitan sus varitas y cambian el clima, cada vez más rápido hasta que, cansadas ellas, y las varitas más, empiezan a hacer tonterías.
En vez de pajaritos se escucha el sonido de un tren; en vez de truenos, una canción de un programa de televisión, bocinas, aviones, carnaval... un desastre.
Desesperadas, las dos revisan sus varitas, las agitan para que funcionen bien, hasta que hada, bruja y varitas caen rendidas.
Esto no puede seguir así, hay que resolverlo de alguna forma.
BRUJA: Mi queridísima Lulú, está comprobado que usted y yo no podemos ser vecinas.
HADA: ¡Oh! ¡Oh! ¡Qué coincidencia! Yo también creo que usted y yo no podemos seguir siendo vecinas, mi queridísima Lilí...
BRUJA: Por fin nos pusimos de acuerdo. (La bruja está convencida de que Lulú piensa mudarse.) Bueno, adiós. La voy a extrañar. Escríbame seguido. (Llora falsamente.)
HADA: ¡Oh! ¡Oh! No se ponga así... Yo también la voy a extrañar, ahora que se va...
BRUJA: (Reaccionando) Usted se va...
HADA: No. Usted se va...
BRUJA: No. Usted se va...
Qué las hay... las hay de María Inés Falconi, en ¡Qué niños tan teatreros! Teatro del Mundo para las Nuevas Generaciones, P.29-34, Berta Hiriart (compiladora), ediciones SM, México, 2012.
Después de este primer fragmento, les pregunté lo siguiente: ¿quién creen que se va a ir? El conflicto entre el hada y el bruja nace del hecho de que a una le gustan los días nublados, sin pájaros para poder echar su siesta a gusto cuando a la otra le gusta el sol y escuchar a los pájaros. Entonces, las dos acuerdan que no pueden ser vecinas pero cada quien cree que la otra es la que se tiene que mudar. A pesar de que la obra pone en escena dos personajes mágicos, el nudo de la obra - este constante conflicto entre bruja y hada - nos permite tratar de un tema que nos es muy cotidiano, que es el de la convivencia. Esta obra de teatro nos permite poner sobre la mesa dicho tema y darles a los niños la oportunidad de reflexionar sobre las situaciones conflictivas.
A la pregunta ¿quién creen que se va a ir?, hubo algunos que me dijeron que el hada, otros que la bruja, algunos no supieron darme una razón de por qué la una o la otra y otros justificando el hecho de que una es mala y la otra buena.
Sin embargo, en un segundo fragmento, aprovechando que en algún momento la bruja le dice al hada que ella fue la que empezó este conflicto, les pregunté si estaban de acuerdo con la bruja. Pensando un ratito en la situación, algunos dijeron que sí estaban de acuerdo con la bruja porque el hada fue la que hizo salir el sol cuando era un día nublado. Me parece muy interesante ver cómo estos personajes que normalmente entran dentro de un estereotipo, en realidad se asemejan mucho más al ser humano por no ser ni absolutamente buenos, ni absolutamente malos. Y en esta segunda ocasión, aproveché para preguntarles si tenía que irse a la fuerza alguna de las dos y claro ya surgió la idea de que igual y podían acabar llevándose bien.
Como pueden ver, es una obra divertida que además anima los niños a reflexionar sobre la convivencia. Es una obra que recomiendo por lo mismo, espero tengan la oportunidad de leerla o aún mejor, actuarla con sus niños ;)
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