¿Recomendarías leer Compendio para desenterrar nubes de Mia Couto? 

Aquí te comparto mi experiencia. 

La textura suave de la cartulina del libro y la reseña prometían una lectura muy agradable. Sin embargo, esta edición contiene varios errores de corrección de estilo y traducción, lo que afectó mi experiencia. Dejando de lado este inconveniente, me enfocaré ahora en el aspecto literario.

Por la reseña que viene en la contraportada, se espera que el libro contenga cuentos filosóficos, y en ese sentido, no decepciona. Los temas más recurrentes son la soledad, la muerte, la vejez, el choque entre generaciones y el conflicto con la vida moderna. Para mí, “desenterrar nubes” tiene una connotación positiva: las nubes forman parte del cielo y, al desenterrarlas, regresan al lugar al que pertenecen. En los cuentos, los personajes buscan ese mismo lugar donde sienten que pertenecen, lo cual hace que el título encaje perfectamente con el compendio. No obstante, en general no encontré un tono tan esperanzador como esperaba; pensaba que los relatos serían más alegres o mágicos.

Entrando más a detalle en el análisis de los cuentos, algunos podrían considerarse fantásticos o metafóricos como es el caso del cuento “El bosque”, en el cual al final el hombre desaparece y entra el bosque a la casa. Aunque este recurso literario pueda aplaudirse por generar sorpresa, a mí me provocó cierto conflicto porque el elemento surrealista aparece de pronto sin que la narración lo justifique y es un procedimiento que ocurre en varios de los cuentos.  

Si tomamos como referencia a autores como Carlos Fuentes y Jorge Luis Borges, grandes exponentes de la literatura en la que lo fantástico juega un papel fundamental, veremos que en sus cuentos lo sobrenatural o lo irracional se introduce de manera gradual. El final es sorprendente, pero el conjunto del relato mantiene una coherencia interna que permite que todo tenga sentido. En sus obras, lo fantástico no se impone de manera abrupta, sino que se integra sutilmente al desarrollo narrativo. En cambio, en Compendio para desenterrar nubes, el cuento es realista o filosófico y de pronto aparece un elemento surrealista. Quizás lo que Mia Couto busca no es lo surrealista en el sentido clásico, sino un reflejo de la insensatez del universo, donde lo inexplicable irrumpe en la realidad cotidiana. Dicho esto,  mi cuento favorito del compendio es “El culto de los pesarosos” porque siento justamente que tiene algo de locura entrañable. En este caso, el final inesperado se sustenta con los elementos previos de la narración y me parece que la lógica narrativa se sostiene. 

Por otro lado, el cuento “El folder del vecino” me dejó especialmente perpleja. Adalberto Malaquias, el protagonista, ¿es realmente un hipócrita o la sociedad lo convierte en un machista, quizás incluso un psicópata? Su comportamiento al advertir al vecino que no vuelva a dejarlo entrar, después de haber recibido su ayuda, plantea un enigma moral que invita a distintas interpretaciones. ¿Es una provocación consciente o, por el contrario, una muestra de su creciente peligro interior?

 

Esta lectura no me deja una opinión tan clara como en otras ocasiones. Hay aspectos que me han agradado y otros menos, pero lo que es indiscutible es que estos cuentos invitan a reflexionar tanto sobre temas regionales como universales.

 

***